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En este artículo de «Fortune» que acabo de leer (http://fortune.com/2015/03/03/female-company-president-im-sorry-to-all-the-mothers-i-used-to-work-with/), escrito por Katherine Zaleski, esta alta ejecutiva y CEO pide disculpas a las mujeres madres con las que trabajó durante años y a las que trató mal, considerándolas empleadas de segunda por el solo hecho de ser madres. Reconoce que sólo entendió la realidad cuando ella misma fue madre, algo que, lamentablemente, es más común de lo que creemos, ya que hay muchas circunstancias de la vida que no somos capaces de entender hasta que las vivimos (enamorarse, casarse, tener hijos, perder a un ser querido, ser despedido, divorciarse…)
Hoy, esta directiva es una convencida de que las mujeres con hijos, no sólo no reducen su compromiso con la empresa, sino que multiplican sus capacidades y aumentan su productividad muy por encima de la de las empleadas o empleados sin hijos.
Zaleski ofrece datos como que, al llegar a los 44 años, el 80 % de las mujeres son madres (cifras de EEUU), y que el futuro de la mayoría de las mujeres trabajadoras es la maternidad. ¿Cómo conciliar entonces ambos roles, el de madre y trabajadora? ¿O el 80 % de las mujeres debemos renunciar a nuestras carreras? ¿O la sociedad debe prescindir del 80% del talento femenino? Quizás la pregunta sea tan absurda como preguntarnos cómo compaginar el ser novia, esposa, hija, mujer o persona con ser trabajadora. ¿Acaso es incompatible?
Para tener equipos de alto rendimiento nada como tener empleadas que sean madres, asegura Zaleski, quien hoy dirige un proyecto relacionado con las nuevas formas de trabajar que nos ofrece el avance tecnológico y que se esta revelando plenamente eficaz… el articulo de Fortune, en todo caso, ofrece una visión que pone los pelos de punta (se nos hace duro asimilar esta actitud inmisericorde e injustificada de una mujer contra otras mujeres) y nos lleva a concluir que la solución al fin está llegando gracias precisamente a las nuevas tecnologías y a los nuevos modelos de trabajo… empresas preocupadas por los resultados mas que por las horas que te quedas pegada a tu silla o pasilleando sin rumbo. Ese es el futuro. Para humanizar las empresas. Para hombres y para mujeres. Asi debe ser.