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Carolina Carbonell: «Si no defendemos nuestros intereses, otros defenderán los suyos»

Carolina Carbonell

El pasado viernes, 27 de marzo, las womantalent difrutamos de la conferencia magistral que nos ofreció la también miembro de Womantalent y directora del Instituto Internacional de Diplomacia Corporativa (IIDC)  Carolina Carbonell sobre esta novedosa disciplina empresarial que España debe incorporar sin tardanza a la agenda de sus directivos como  parte de su responsabilidad estratégica. Con Schiller University haciéndonos de anfitrión, la conferencia se desarrolló en un ambiente distendido y cercano. Carbonell desbrozó de una manera ágil y sencilla las claves de la Diplomacia  Corporativa, una necesidad que resumió en la frase «Si nosotros no defendemos nuestros intereses otros defenderán los suyos«. «El interés público no es el interés de todos«, señaló la ponente, «y ambos se necesitan y deben confluir«. «Actualmente, todo pasa por Bruselas y por la regulación», añadió. Y es que, como señala el reciente estudio de 2014 de KPMG  «Beyond the Law«, cada vez va a haber más regulación, y muy compleja, ya que vivimos en un mundo globalizado, lo que significa que no podemos mantenernos al margen, porque «si fabricas ladrillos y sale una regulación que aumenta la cantidad de un determinado material que debes poner en su producción y eso significa que tu actividad se encarece hasta hacer tus ladrillos poco competitivos, te quedas fuera del mercado y tu negocio se hunde«, explicó de manera gráfica.

A lo largo de su exposición la directora del IIDC, puso varios ejemplos prácticos y reales sobre el poder que algunas compañías pueden llegar a tener y cómo empresas como Iberdrola pueden llegar a llevar hasta el Supremo a Estado Español ante medidas que considera injustas o contrarias a sus intereses. Expuso también casos de gestión efectiva de la influencia tanto a nivel empresarial (caso Toyota y caso Sacyr-Canal de Panamá) como particular en representación de intereses generales (caso Stop Desahucios) y de mala gestión ( caso Uber). Analizó también el caso de la crisis de la bacteria E.Coli desencadenado en 2011 por unas catastróficas declaraciones de las autoridades alemanas apuntando a España como origen de la infección.

«Los costes de  una crisis así son casi incalculables«, indicó Carbonell » y aún no nos hemos respuesto del todo» «La reputación se pierde en un segundo y el conflicto puede surgir en cualquier momento y de cualquier manera…» ¿Y aún pensamos que las empresas no deben tener desarrolladas políticas o incluso contar con departamentos especializados en Diplomacia Corporativa? Saber cómo gestionar la influencia, con quién reunirse, cuándo, qué temas tratar y qué resultados obtenemos de las reuniones, hacer un seguimiento…  en el área de la Diplomacia Corporativa, es imprescindible contar con una agenda, ya que «es un tema que no se improvisa«. Sólo en la Unión Europea se calcula que hay unos 50.000 lobistas, unos 6.000 oficiales en el Registro que ya es imprescindible para poder acceder a determinadas reuniones y contactos… «debemos defender nuestros intereses porque empresas como Google tiene un ejército de lobistas trabajando 24 horas al día, y no sobre lo que se cuece hoy sino sobre lo que se va a regular dentro de 5 años«. «Si nosotros no defendemos nuestros intereses, otros defenderán los suyos«. «Por ello«, insistió, «es imprescindible construir y gestionar una agenda, que debe estar incorporada al día a día del directivo como responsabilidad estratégica y que debe estar coordinada dentro de la empresa y tutelada por el máximo responsable de la organización. Hay que gestionar el capital relacional como recurso estratégico«.

Hay aún más razones para gestionar correctamente nuestra influencia sobre intereses legítimos: si queremos liderar el cambio, esta labor es obligatoria. «Para influir hay que tener una buena causa y unas buenas razones, construir un correcto storytelling, un discurso coherente de puertas para adentro y hacia afuera«.

Para Carbonell, el  ROI de la Diplomacia Corporativa es el «return of the influence», que hay que medir. Es necesario involucrar a toda la empresa y ser conscientes de que los esfuerazos en este área constituyen uan ventaja competitiva crítica en el mercado actual.

Tras la sesión, se realizó una ronda de preguntas y se debatió sobre la situación y la percepción del «lobby» en España. Hay que distinguir entre «grupos de influencia» y «grupos de presión«, precisó la ponente, quien añadió también que en España el «lobby» no está regulado y es un tema complejo sobre el que es urgente  «eliminar el velo opaco» que lo cubre.

Pero…¿quién es Carolina Carbonell?

 

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