El maquillaje
Nos maquillamos para embellecer nuestro rostro, para resaltar un determinado rasgo o bien para disimular una imperfección. También lo hacemos para mitigar nuestro cansancio, para ocultar nuestro dolor…maquillarnos nos hace sentir mejor. El maquillaje ha sido un gran aliado de los seres humanos y de su belleza a lo largo de la historia. El problema es, que no nos limitamos a nuestro rostro, sino que hacemos extensible el maquillaje a toda nuestra vida.
Nos maquillamos cuando nos levantamos cada día viviendo una vida que no nos gusta, un brochazo y seguimos adelante con ella. Nos maquillamos cuando no decimos lo que sentimos y preferimos el silencio por respuesta. Y ahora aplico colorete y pintalabios.
Nos maquillamos cuando vivimos con la persona que no amamos y a pesar de todo, seguimos con nuestra vida planeada a su lado, sin atrevernos a cortar por lo sano. Brochazo, retoque y más brochazos.
Nos maquillamos cuando nos envuelve la rutina y nos dejamos abrazar por ella, aún sabiendo que ese abrazo terminará con nuestra vida.
Nos maquillamos cuando estamos atados a nuestro pasado y ese pasado no nos deja buscar nuevas alternativas. Sombra, perfilador y ya casi he terminado.
Ha llegado el momento de desmaquillarte. Puedes hacerlo poco a poco y paso a paso. Primero comienza por tu alma. Desmaquíllate de tus frustraciones, de tus miedos, de tu inseguridad, de tu «yo no puedo». A continuación sigue por tu vida. Desmaquíllate de quien te hace daño, de lo que no te llena, de lo que no te gusta…maquillaje fuera. Y por último desmaquilla tu piel. Desmaquíllate de las manchas que han dejado tus lágrimas al caer, de las penas que han marcado tu rostro, de las huellas que te ha dejado la vida. Que tu piel vuelva a renacer y se sienta bella otra vez.
Y ahora estás tú. Sólo tú. Tú de nuevo. Libre y segura…dispuesta a comenzar de nuevo. Tal vez no te reconozcas de buenas a primeras cuando te mires en el espejo, pero cuando lo hagas ya no querrás maquillarte de nuevo.
Amparo Senra
Latest posts by Amparo Senra (see all)
- De rebajas - 15 enero, 2015
- Quédate en el presente - 28 julio, 2014
- Un momento de felicidad - 23 julio, 2014
Este relato es de gran actualidad. Bravo el símil del maquillaje con todo aquello que nos estorba, molesta e inquieta. Felidades a la autora. Madurez y lectura ágil en su relato.
Cuantas barreras se establecen entre nosotros mismos y nuestro entorno, nos aleja de la realidad. Enfatizar, reforzar uen exceso un apoyo, puede definir diferencias en nosotros mismos. Los extremos siempre son malos, dicen, el exceso de maquillaje desdibuja la naturalidad, la esencia de una persona, por eso es importante no escondernos detrás de él, no convertirlo en un apoyo continúo.
Ser naturales siendo nosotros mismos, es fundamental, seguro no nos sorprenderemos, mas bien nos encantaremos… Graciad , una vez mas, por tus brillantes escritos.
Supongo que se trata de ser valientes y de no acomodarnos en lo conocido. A veces, por muy mal que nos sintamos, optamos por lo fácil, por lo que no requiere esfuerzo ni renuncia, y vamos «tirando para delante».
Yo nunca llevo maquillaje, aunque a veces me harían falta un par de retoques para pasar desapercibida y disimular un poco en determinadas situaciones, no llevar maquillaje te enfrenta cara a cara con la dura realidad y no resulta tan fácil tomar decisiones. Gracias Amparo por tu post, que siempre nos invita a la reflexión y por tus acertadas sugerencias para el cambio en nosotros mismos, concha calvo.
Me ha encantado este post. Cuántas veces sentimos la necesidad de tapara nuestras «vergüenzas» bajo capas de maquillaje. Otro punto interesante es que también la sociedad nos los exige: «qué mala cara tienes», «vaya cara de muerto que tienes hoy», o «eres mona pero te podrías sacar más partido maquillándote». Cuánto molesta la realidad en esta sociedad, todo lo necesita edulcorado y pasado por filtros…