Cuando queremos emprender, la primera opción de financiación en la que pensamos, es la de las instituciones financieras comunes. Vamos al banco y preguntamos cuánto nos costaría un crédito que nos permita comenzar nuestro negocio. Sin embargo, el desconocimiento generalizado sobre otros tipos de financiamiento como el Público, Capitales de Riesgo, Crowfounding, Ángeles inversionistas (Bussiness Angels) , entre otros, hace que esta nueva empresa sea una fuente de deudas y no de progreso.
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