Pensar
Pensar es retirarse en casa, a la morada interior. Una casa maravillosa, única, donde se puede vivir no solo en la urgencia del presente, sino también en el pasado y el futuro, pasando con fluidez del uno al otro. Una casa donde no estamos solos, si sabemos convocar a los presentes, a los ausentes, y a todos aquellos cuya presencia deseamos con ansia.
El final del verano
Desde mucho tiempo se sabe que, a pesar de los reportajes cotidianos sobre la afluencia multitudinaria en todos los puntos del litoral, todo el mundo no va a la playa. El verano no disminuye los sufrimientos de aquellos que azotan la miseria y/o la enfermedad, al contrario ocurre a menudo que los hace más insoportables aún.