Islandia
Cuando en España se implantó la prohibición de fumar en locales públicos, pensamos casi todos (sobre todo los adictos) que sería casi imposible que se aplicase y se respetase una medida tan tajante. Y hoy, a casi nadie se le ocurriría fumarse el pitillo tras café en la cafetería del lugar de trabajo, en la peluquería o en la sala de espera del dentista.