BIENVENID@S
contacto@womantalent.com

La columna de Carmen García Ribas

Talento Femenino
25 May 2015

El talento se paga

El talento se paga

FOTO: Stockimages/FreeDigitalPhotos.net

Los profesores nos dicen que vamos a trabajar en puestos de soporte”, me decía enojada Marie, una de mis alumnas que está en el último año de universidad. Sentía Marie que se las desautorizaba a aspirar a más, mientras que el mensaje les alentaba a ellos, sus compañeros, a convertirse en breve en directivos. Se condena, hoy, al talento femenino a ser un talento huésped, subordinado, humilde y complaciente

[wc_box color=»warning» text_align=»left»]«Me apena ver la humildad con que hoy la mujer procura insinuarse y ser tolerada en una sociedad de hombres». Ortega y Gasset, 1930[/wc_box]

La descripción del filósofo español escrita a principios de siglo XX es hoy totalmente vigente. Cuando el filósofo describía la falta de protagonismo social de las mujeres, la situación económica y cultural en España y en todo el mundo occidental, era radicalmente distinta.

A principios del siglo XX España era una sociedad muy tradicional. Más del 70% de la población vivía en núcleos pequeños, dedicada a la agricultura; la Iglesia católica ejercía una fuerte influencia imponiendo formas de vida convencionales. En este contexto, la mayoría de las mujeres que trabajan eran solteras o viudas, en profesiones relacionadas con su papel tradicional: maestras, enfermeras, empleadas domésticas, tejedoras o ayudando en las labores del campo.

El Código Civil aprueba el papel de dependencia y sumisión de la mujer; así en su artículo 57 estipula que «el marido debe proteger a la mujer y esta obedecer al marido»; el artículo 59 añade que «el marido es el administrador de los bienes de la sociedad conyugal», dejando claro que la esposa no podía tener bienes propios.

Todo tan diferente Y sin embargo, lo mismo. A pesar de que muchas mujeres son profesionales e independientes económicamente, siguen fuertemente vinculadas a la sumisión a los estereotipos de género, que siguen marcado su destino de insignificancia. Vemos a las mujeres de hoy comunicando en su entorno profesional con gestos infantiles y frases de desautorización. «Intentaré explicar un poco –dicen muchas a la hora de proponer un proyecto o exponer su trabajo–, quizás diga una tontería». Se empequeñecen por temor a la desaprobación.

mujer dulce

FOTO: Stockimages/FreeDigitalPhotos.net

A pesar de la formación y la conciencia de valor, nos mostramos dóciles y sumisas como el huésped que teme ser expulsado de la casa que no es la suya. Parte de la solución está en el proceso de autorización que significa dejar de sentir como huéspedes y construir la cultura femenina de lo público. Lo femenino no es dócil, frágil, suave y sumiso, también existe una feminidad poderosa, seductora y perturbadora, que se atreve a generar cambios. Para ello deberemos autorizarnos y autorizar a las demás.

Pero habrá que hacer cambios en la cúpula de las empresas. Noemi Padrón, profesora de economía de la Universidad de la Laguna (Tenerife) describió el modelo económico vigente en la mayoría de las empresas. Para la mayoría de hombres en lugares de liderazgo, trabajar con mujeres es muy rentable porque, según dicen, son más meticulosas, más precisas, más exigentes y también tienen mejor trato con los clientes, son más afectuosas, más sensibles, etc… Y cobran menos. Vaya, lo de siempre

Actualmente hay muchos sectores económicos y empresas que contratan mayor proporción de mujeres porque valoran positivamente determinadas cualidades: el problema es que esas cualidades están socialmente desvalorizadas y que no reciben a cambio una retribución monetaria adecuada.

La conspiración

La percepción de igualdad por parte de las mujeres en este contexto contribuye a sofocar el talento femenino, y que se continúe sobrevalorando (y pagando) aptitudes y cualidades que identifican el management tradicional. Todos los artículos que tratan de explicar la discriminación salarial contribuyen a explicar la idea de la conspiración. Es decir, sea cual sea el reflejo del miedo y del machismo social, lo que está claro es que las trabajadoras y profesionales féminas siguen comportándose como una cultura huésped y que, como tales, adoptan estrategias de supervivencia distintas en cada uno de los sectores. Y que la mayoría contribuyen a una pérdida de talento de la que salimos perdiendo todas.

[wc_box color=»warning» text_align=»left»]“La libre dirección de las propias facultades se convierte en una fuente de felicidad individual, y ser impedidos o restringidos de ello, es fuente de desdicha para los seres humanos, también para las mujeres. Después de la enfermedad, la indigencia y la culpa no hay nada tan fatal para el placentero disfrute de la vida como la falta de oportunidad para dar rienda suelta a las facultadesJ. Stuart Mill “El sometimiento de la mujer” 1860[/wc_box]

Carmen García Ribas

Latest posts by Carmen García Ribas (see all)

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para poder ofrecer sus servicios y facilitarte la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para su utilización y aceptas nuestra política de cookies. Pincha el enlace para mayor información.¿Qué son las cookies?

ACEPTAR
¿Quieres que te mandemos nuestras convocatorias a tu mail?

Suscríbete gratis a la newsletter de WOMANTALENT.
¡Recibirás cómodamente en tu buzón nuestras convocatorias y novedades cada lunes, para que conozcas las opciones de formación y networking que tienes para esa semana!

¿Quieres que te mandemos nuestras convocatorias a tu mail?

Suscríbete gratis a la newsletter de WOMANTALENT.
¡Recibirás cómodamente en tu buzón nuestras convocatorias y novedades cada lunes, para que conozcas las opciones de formación y networking que tienes para esa semana!