Cuando la empresa tiene el poder de transformar a las personas
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Un reciente estudio señalaba que para el 2020 uno de cada dos americanos trabajarán de forma independiente o sin vinculación laboral a una empresa concreta. Es el auge de los trabajadores por proyectos. Y no es una simple moda sino una realidad cada vez más cercana que muchas empresas están ignorando.
Como siempre lo que empieza a ser tendencia en EEUU termina desembarcando en nuestro país, con unos años de retraso, pero termina llegando. Quizá las redes sociales y la globalización de la economía esté produciendo que esos períodos de tiempo, desde que empieza una nueva tendencia hasta que se instala en nuestras fronteras, se esté acortando cada vez más dado que los trabajadores por proyectos están siendo una alternativa que muchos profesionales están abrazando de forma activa.
Me llama la atención como unos cuantos colegas de Recursos Humanos han optado en estos últimos años, acuciados por la situación de los departamentos en numerosas empresas, en convertirse en profesionales independientes. Y lo más curioso de todos es que todos coinciden en una cosa: es la mejor decisión que han podido tomar. Pese a que reconocen que la carga de trabajo es mucho mayor que cuando trabajan en la empresa, lo que han obtenido a cambio les ha compensado: volver a ser dueños de su vida.
Esta semana he visto un video de un antiguo empleado de Google. En el video explica los motivos por los que ha decidido dejar la famosa empresa. No penséis que sus motivos tienen que ver con el hecho de que la empresa muestre una imagen desenfocada de sí misma. Nada más lejos de la realidad. Sus motivos son tan sencillos como motivantes: querer hacer las cosas a su manera, querer ser el CEO de su vida, luchar y perseguir su sueño.
“Sólo los que juegan ganan” Michael Peggs
Y todo esto lo cuenta en un video donde, desde el principio hasta el final, reconoce que no habría tomado esa decisión de no haber sido gracias a Google, gracias a lo que ha aprendido con ellos, gracias a todo lo que le han ofrecido y le han dejado hacer. Gracias a que Google ha sido una empresa que le ha permitido descubrir lo mejor de sí mismo.
Empresas que descubren talento versus empresas que esconden el talento
La triste realidad de muchas empresas está muy alejado de esta situación. Lo cierto es que en una gran mayoría el talento no sólo no se cuida sino que se vapulea hasta tal punto que termina por salir malherido sin ganas de repetir la experiencia.
Ese es el principal motivo por el que el talento se muestra tan huidizo y esquivo.
Cuantas veces no habré asistido en procesos de selección a comentarios del estilo “aquí el talento se respira por los poros de la piel” o “tenemos una firme apuesta por el talento” hasta que el candidato se incorpora a la empresa y esa idílica imagen se desvanece en pocos minutos.
¿Hasta qué punto están las empresas preparadas para el talento? me atreve a decir que sólo unas pocas ya que en general la cultura de las empresas son poco propicias a aceptar que haya personas que puedan ensombrecer a otros, especialmente si son directivos o si tienen un estilo de liderazgo de la vieja escuela.
Desafortunadamente todavía se prefiere esconder a esas personas que sobresalen por miedo a que ponga en evidencia las carencias que alguno ni se han molestado en tapar.
Lo que este ex-empleado ha puesto en evidencia es el poder transformador que tienen algunas organizaciones con una clara apuesta por el talento.
Son empresas que no sólo creen en ello y lo cuentan a los cuatro vientos, sino que además son conscientes de que hay personas que pasarán por su empresa para irse convertidos en alguien mejor de lo que eran. Y eso es gracias a que han permitido que sus colaboradores desplieguen todo su potencial sin pensar en si se irán al cabo de unos meses o años, o si su nivel de conocimientos es superior al de otras personas.
Son empresas que saben que las personas tienen un tiempo limitado en la empresa y que si se les ofrece las condiciones adecuadas se quedarán hasta que ellas decidan, sin ataduras ni amenazas ni otro tipo de maniobras.
El poder transformador de las empresas, ¿existe?
Si piensas que lo que hace Google está fuera de tu realidad, te invito a que reflexiones sobre los siguientes aspectos que pueden hacer que un colaborador excelente se convierta en excepcional sin perder ni un ápice de tu identidad como empresa:
Busca siempre el mejor talento para tu empresa de acuerdo con tus necesidades. Pese a que se piense que hay exceso de talento, la realidad es que hay poco y está bien escondido esperando a que mejore la situación. Buscar talento no es sencillo. Requiere definir qué es talento para la empresa y realizar acciones que sean acordes a ello. De nada sirve que la empresa diga que quiere al mejor talento si luego no es capaz ni siquiera de identificarlo cuando lo tiene delante.
Una vez que ya lo has identificado, ofrécele las mejores oportunidades para brillar sin tener en cuenta si se irá al poco. Y hazlo de verdad. No se trata de estrujar al colaborador hasta sacarle todo lo que lleva dentro para después desecharlo porque ya no puede darnos más. Se trata de crear un clima de colaboración mutua donde ambas partes aporten y obtengan algo a cambio. Los tiempos donde la empresa ofrecía un contrato y una supuesta seguridad de por vida se han acabado. Necesitaremos ser mucho más imaginativos para que los colaboradores decidan quedarse en la empresa.
Dale la opción de que pueda irse de la empresa convertido en mejor profesional que cuando llegó. Anímale, incentívale para que explore nuevos caminos y oportunidades. Los colaboradores no pertenecen de por vida a las empresas. Son las empresas las que se cruzan en el camino de las personas para que puedan aprender mutuamente y enriquecerse. Toda relación laboral tiene un principio y un final y esto no tiene por qué ser una mala noticia. Las empresas necesitan savia nueva que permita crear nuevas ideas y proyectos. Y los colaboradores necesitan nuevas empresas a las que aportar su potencial. Si pensamos en esto como en una relación de beneficio mutuo, muy posiblemente todas las partes estén mucho más satisfechas.
“Las empresas que tienen la capacidad de transformar son las que realmente creen en las personas y su talento”.
Isabel Iglesias
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